Acerca de Salpicones Teresa
UNA SONRISA TODA UNA VIDA, SALPICONES TERESA
En 1987, Teresa Zambrano, inicia con un sueño, ser la que oferte el salpicón más rico y limpio de la ciudad de Girardot. Tras tener su licencia dada por la Alcaldía Municipal de Girardot en 1988 y con tres hijos, se dispuso a crear una receta única para la ciudadanía.
Luvia, sol, sudor y mucho tiempo es lo que le ha dedicado esta mujer gallarda y “echada de para adelante” a lo largo de su historia como Salpicones Teresa, por eso, su lema en su isotipo es. "una sonrisa, toda una vida", pues siempre que vas a este lugar Teresa, así esté ensolada, mojada o agotada te recibirá con una sonrisa.
Desde el 88, no se hizo esperar la tempestad de los entes de control, si bien, ella tenía una categoría de vendedora estacionaria, y no ambulante, pareciese que no importase, pues las apreciaciones de quitarla eran constante, fue así que año tras año el ir y venir hacia las oficinas de Espacio Público y Planeación, fue constante.
A mediados de 2000, algunos inconvenientes, hicieron que no lograse sacar su puesto estacionario, además en una de las administraciones se le llegó a quitar parasoles, sillas, y cavas con hielo.
En 2008, diversificó su negocio gracias a la licencia que tenía, pues además de poder vender jugos, tenía autorización para comercializar comidas preparas y rápidas. Es así que, vincula a Pavos y jamones Teresa. Aunque sólo lo hace para temporadas especiales, como el 24 y 31 de diciembre, luego, con mucho esfuerzo, logró posicionarse como una de las mejores comercializadoras al por menor de carnes frías para cenas navideñas o fin de año.
Con casi 31 años en esta labor, hoy, la gran mayoría de Girardoteños hacen su caminata matutina hacía Salpicones Teresa, en el transcurso del año para tomar algún jugo de Lulo, Mandarina con Naranja o su exquisito salpicón y en a temporada de fin de año, se acercan a “pedir la prueba” de las carnes y comprar su cena de festividades decembrinas.
Hoy, Salpicones Teresa se consolida como marca, una que surgió del esfuerzo de una mujer que creyó en su sueño, pero además por sus clientes de la ciudad, pues estos la admiran y quieren por lo que ha representado en la cultura y las costumbres de sus familias y la región
